CUÁN AMABLES SON

Sal. 84 SALMOS

¡Cuán amables son tus moradas.
Oh Jehová de los ejércitos!
Codicia aun, ardientemente desea mi alma
Los atrios de Jehová mi corazón y mi carne
Cantan al Dios vivo.
Aun el gorrión halla casa y la golondrina nido para si
Donde ponga sus pollos,
En tus altares, oh Jehová Dios de los ejércitos,
Rey mío y Dios mio.
Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán.
Bienaventurado el hombre
Que tiene su fortaleza en ti,
En cuyo corazón están tus caminos.
Atravesando el valle de Baca pónenle por fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques 
//Verán a Dios en Sión//
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob.
Mira, oh Dios, escudo nuestro,
y pon los ojos en el rostro de tu Ungido.
///Porque mejor/// es un día en tus atrios que mil
Fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta
De la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.
Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará a Jehová.
No quitará el bien a los que en integridad andan.
//Jehova de los ejércitos//
Dichoso el hombre que en ti confía.