ES APÓSTOL, EL QUE DIOS 



Es Apóstol, el que Dios nos ha enviado, 
Nunca levantes, contra de él murmuración; 
Las doncellas de ayer admiradas están, 
De esta iglesia que se levantó. 
Es la esposa elegida de Dios, 
Que a la luz de la luna brilló. 

CORO 

Gózate iglesia santa, tu lumbre ya llegó, 
Retiemblen hoy los falsos; 
Porque han destruido los caminos del Señor, 
La voz del buen Pastor ya el pueblo conoció. 
Por eso es que al extraño, 
No reconocen las ovejas en su voz. 


Soy el Dios que ordenó destrucción, 
Contra Coré, contra Datán y Abirán; 
Por haber levantado su juicio hacia mi, 
Contra el siervo que yo levanté. 
Siendo pueblo elegido de Dios,
 De la vida sus nombres borré. 


Es posible que solo te cortes, 
Y no derrames la amargura de tu hiel; 
Entre un pueblo de paz, que es la paz de Israel,
 De Israel que de joven amé.
 Nunca debes juzgar mi saber, 
Son caminos que yo ordené.