A LA FUENTE DE JACOB 

A la fuente de Jacob llegó, 
Cristo el Salvador agua le pidió; 
A una mujer que ahí llegó, 
Y Jesús le dijo: Dame de beber, mujer. 

CORO 

Samaria aceptó de Jesús la salvación, 
Por una mujer que de su palabra habló; 
Contando las nuevas que Cristo le confió, 
Y decía: al pueblo ven, ven y ved 
A quien me habló, si quizás, es Cristo el Señor. 


La mujer luego se sorprendió, 
De que aquel varón se lo reveló. 
Y con gozo a la ciudad llegó, 
Anunciando la sorpresa de su corazón. 


La Samaritana comprendió, 
El don de Jesús y se apercibió; 
Por lo cual también Jesús le dio, 
Agua viva que será para vida eternal. 


El que quiera venga y tome aquí, 
Del agua de vida que Jesús le da; 
Es de balde y al que quiere da, 
No desprecies al que te habla con sincero amor.