A TI DIRIJO MI VOZ 

 A Ti dirijo mi voz suplicante, 
Mi Salvador, mi sostén; 
Sólo Tú puedes salvar al errante 
De sus miserias con bien. 

CORO 

//Señor//, es mi esperanza en Ti, 
Únicamente Tú eres mi asilo; 
Sólo espero en Ti. 


Tú bien conoces mi honda amargura, 
Miras mi cruel opresión; 
Toda esperanza perdí en la criatura,
 Nadie sintió mi dolor. 


Humildemente, oh Cristo yo clamo, 
Oye mi voz oh Señor; 
Que con mi alma abatida te llamo,
 En mi tremendo dolor. 


Yo soy muy débil y fuerte el pecado, 
Dame Señor tu poder; 
Mi alma cautiva Tú la has librado, 
No me permitas caer. 


Los redimidos conmigo se gozan,
 Con tu sin par bendición; 
Los corazones de gracia rebosan, 
Porque nos diste perdón.